martes, 19 de abril de 2011



Los huellas dejadas, al voltear la vista atrás agonizan lentamente, la marea del plenilunio se las llevan a su regazo, ocultándole de dañinas pupilas; así lo perciben mis cansados ojos y mis desgastadas letras que expiran antes de conocer la humedad de la tinta, porque si… antes de conocer la efímera inmortalidad deben de conocer el bagazo y siglos de historia…
en contra de mis gustos pero cumpliendo con una de mis responsabilidades los últimos dos meses he estado recorriendo trillados caminos llenos de polvo y hastío, calor agobiante, tostada la piel y pastosa saliva; engranes, caucho y pedazos de metal corroyendo lo que un día fueron amaneceres con olor a sal y bosques, lejanos han quedado aquellos días, cuando los despertares abrigaban una escondida esperanza y una falsa nostalgia velaban mis sueños…
gruesas y pesadas cadenas atan mi existencia a tres surcos en el polvo del camino, pero he aprendido a tolerarlo y a ser mas condescendiente, esperando un día que nuevamente mis pasos recorran caminos nunca vistos o le traiga a sus recuerdos pasadas glorias…
no he abandonado la senda del caminante errante, simplemente que el camino me ha obligado a detenerme un poco, haciendo mas lento mi caminar…
caminante no hay camino, se hace camino al andar...

No hay comentarios: