sábado, 26 de junio de 2010

Beethoven


"y asi encontrar con mi arte un lugar entre los hombre y mujeres de valor..."

Hace ya como doscientos años, a la humanidad le tocó el gordo de navidad. Un 22 de Diciembre se estrenaba en un teatro de Viena la quinta sinfonía de Beethoven, dirigida por él mismo. La sinfonía del destino la llamaban, o el destino llama a la puerta, esas cuatro notas iniciales mas bien era una llamada de atención del músico hacia el mundo que le rodeaba, deseaba decirles que se agudizaba el proceso de su sordera, y que todavía le quedaba mucha música por componer. A partir de 1808, se inicia en Beethoven una actividad arrolladora, termina la quinta sinfonía, que llevaba desarrollándola desde cuatro años antes. Ese mismo día estrena también la Sexta sinfonía, un Aria ¡Ah pérfido!, Concierto para piano nº 4, interpretado por él mismo, Fragmentos de la Misa en Do mayor, Fantasía para piano y Fantasía coral. Por el orden del programa se sabe más o menos cuando comienza la ejecución de la 5ª Sinfonía. Cuentan las malas lenguas, que el público cansado de tantas horas de conciertos se salía de la sala y llenaban las tabernas de los alrededores.

El último concierto lo dio en 1814, el trío op 97, las críticas dijeron “en los pasajes en Forte el pobre hombre sordo aporreaba sobre las teclas haciendo que las cuerdas distorsionaran, y en los Pianos tocaba tan suave que grupos enteros de notas fueron omitidas”.

Es curioso, que la composición que lo hiciera más famoso y le hiciera aumentar sus ingresos considerablemente, fuera precisamente la única de todas sus obras que él consideró como “basura”. La Victoria de Wellington, en homenaje a la derrota de Napoleón por los ingleses, (hoy está completamente olvidada), música programática, donde los cañonazos y sonidos de sables se confundían con la orquesta, sistema que utilizó también en la sexta sinfonía, donde el canto de los pájaros, la contemplación de los campos por los campesinos, o la lluvia o la tormenta y el rumor de los arroyuelos, era descrito utilizando magistralmente las posibilidades de la orquesta.

Y qué mejor homenaje a un músico, que oír su música, en este caso los cuatro movimientos de su 5ª Sinfonía “allegro de sonata-andante-scherzo ininterrumpido que contiene las dos últimas partes.

Preparad vuestros oídos y allá vamos:

SOL-SOL-SOL- MIIIII
FA-FA-FA- REEEEE

martes, 22 de junio de 2010

Escribo


Del respirar de las piedras te hablo, de los cantaros,

de los rios secos en que he nadado asta allarte solo y amaneciendo

como arbol de frutas secas.

Te hablo desde la tierra, desde las ojas,

desde el pan que habita en la corteza de siertas semillas, de siertas ideas,

de horas sin sueño, de dias sin hambre,

de noches sin lunes proximo sin mañana distante.

Te escribo desde las tardes que nuestros pasos amaron,

te escribo y te dejo un beso con el sabor del aire entre ecualyptos,

escribo para no perderlo, para no dejarlo,

para no olvidarme que aveces sin quererlo tal vez me estes escuchando.

jueves, 17 de junio de 2010

Mirada


Fue impactante lo que vi en el espejo, llevaba a cabo todo el proceso para salir a la calle, cuando me mire fijamente en el espejo por última vez y me sorprendí, había algo diferente, no se veía igual a hace varios años atrás, no era mi rostro ni tan siquiera mi forma de peinarme, es más aun me sigo vistiendo de la misma manera de antes, nada de eso indicaba que había ocurrido un cambio en mí solo me había topado con algo inusual en mi mirada.

En mi mirada existía un destello que no había antes, el destello de haber encontrado mi lugar, el de haber hallado descanso y no llevar unos ojos que divagan por miedo a ser encontrados, ¿tenía miedo yo? Bueno, aunque no lo aceptaba estaba aterrado de que se conociese que había detrás de mis ojos, que escondía mi apariencia y el vacio que se hallaba en mi corazón. Fue durante este tiempo que conocí y entendí las palabras poderosas del salmista David, que decía: mientras calle se envejecieron mis huesos, bienaventurado el hombre que su ofensa es perdonada. Cuánta razón y sabiduría existen en estas palabras, no existe nada mejor que el poder confesar y hallar una nueva oportunidad, el sentir que la deuda es paga.

Sin darme cuenta y sin querer aceptarlo era precisamente esto lo que yo anhelaba, callaba para que no se conociese lo que escondía, mi mirada huía para no ser hallada en falta. Ese temor fue exterminado al encontrarme abrazada a mí amado Jesús quien murió por mí en la cruz para que mi falta fuera perdonada, después de haber huido, después de tratar de sepultar sin éxito mis ofensas pasadas fui hallado perdonada en aquel que me mostro una palabras desconocidas para mí: perdón, paz y libertad.
Nunca podre volverme a ver igual en el espejo, pues la persona detrás de la mirada ha sido hallada y su falta ha sido perdonada…desde entonces me despierto cada mañana con un espejo que ya…no se ve igual.

jueves, 10 de junio de 2010

Expectation



A esa sensación de experimentar la posibilidad de lo imposible,
de flotar por un instante y perder de vista el suelo a la orilla del abismo,
a ese vaivén del alma indecisa que se entrega y se arrebata,
que se despide sin decir adiós, con una advertencia en la mirada...

Al desesperante soplo de impaciencia perfumado de placer,
invisible anhelo terrorífico, angustia sublime e inexhalable,
serpiente encantadora que devora el tiempo y lo digiere en infinito,
luna nueva que sugiere no llenarse nunca más, penumbra, esperanza...

A aquellas acciones de evasión que esconden una invitación,
a esos besos ultravioleta quemando las promesas, transformándolas,
sintetizándolas en energía para nuevas posibilidades, nuevos horizontes,
vuelos de feliz destino o tragedias irremediables escritas en indeleble...

A eso, llámele usted expectativa y aguántese el dolor, espere;
no se apresure a bautizarle como incertidumbre, no se angustie,
ahora déle un beso y levántese, ponga la frente en alto, camine,
mire aquél horizonte difuminado, entonces corra y enseguida, vuele...